Vampiros Everywhere

martes, 6 de diciembre de 2011

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No es ningún secreto que me encantan los vampiros.



Me fascinan desde que de pequeña me compré el primer libro de El Pequeño Vampiro.


Después vendrían LeFanu, Polidori, Ann Rice, Poppy Z. Brite, Jim Butcher, Darren Shan... todo ello sin ningún orden ni concierto, hasta llegar a incluir la sobreexplotada saga Crepúsculo, sí.


Edward Cullen sufre Bullying en mi estantería y llora amargamente.
Los vampiros pueden llegar a ser muy crueles *sigh*




Tengo, incluso, una colección de películas de vampiros, entre las que Jóvenes ocultos y El Baile de los Vampiros tienen un lugar especial, por ser míticas (e hilarantes).


Jack Bauer de vampiro motherfucker, what's not to love?


Y, sí, sigo religiosamente The Vampire Diaries, más que por serie vampírica por ser un culebrón sobrenatural lleno de giros de guión, malos malísimos que no lo son tanto y, por supuesto, Ian Somerhalder haciendo de cabrón psicópata con corazón de oro ~ mis personajes preferidos^^.



No, no sigo True Blood porque no tiene ni pies ni cabeza, es previsible, Sookie es pava, Bill un llorón y el genial Eric hace lo que puede para levantar una serie rocambolesca y, para todo el sexo y la sangre que tiene, bastante aburrida.




Y, os preguntaréis, ¿por qué comparto esta filia con vosotros?
Pues porque voy a hablaros de las dos más recientes sagas vampíricas que he leído.



En primer lugar quiero comentaros sobre Strange Angels, de Lili St. Crow.


Dru Anderson
Cazadora nocturna. Lanzadora de cuchillos. Rompecorazones.


En español, por ahora solo se ha publicado la primera de sus cinco partes, con el título de Ángeles Extraños, en la editorial Versátil. [gracias a Satán no les ha dado por cambiarle el título, como al maravilloso Demon's Lexicon, convertido aquí en La Marca del Demonio]









Dru no tiene miedo a la oscuridad, pero debería… Dru Anderson es una chica de dieciséis años atípica. Tiene lo que su abuela solía denominar el talento. Un giro inesperado y dramático del destino marcará el inicio de su amistad con Graves, el desgarbado Chico Gótico mestizo de la clase. Juntos se enfrentarán a las terroríficas criaturas que...








La portada española es bonita - me encanta la tipografía del título -, pero me parece que las portadas originales están mucho más acordes con la historia y la personalidad de nuestra protagonista.

En la página web de la editorial Versátil informan de que, por el momento, no tienen planeado continuar con la publicación de las cuatro demás entregas que ya están a la venta en inglés:



¿Qué me gusta de Strange Angels?

Para empezar, su protagonista. Dru es una chica dura que ha pasado por muchísimo incluso antes de que empiece la narración. Como ayudante de su padre, ha recorrido Estados Unidos enfrentándose a magia y monstruos, aprendiendo a luchar y aferrándose a la única familia que conoce con uñas y dientes. Tiene personalidad, tiene agallas y sabe trabajar bien bajo presión pero - y esto es lo más importante - NO ES PERFECTA. Es un ser humano profundamente dañado, con manías y defectos, que comete errores y la lía. Al fin y al cabo, es una adolescente, por muy extraña que haya sido su infancia.

Entonces, cuando Dru cree que todo está perdido y no sabe por dónde tirar, aparece Graves. Goth Boy es otro de los motivos que hacen esta saga tan interesante. Con un montón de problemas y sin nadie con quien contar, es el complemento perfecto para nuestra heroína: inteligente y sarcástico, siempre dispuesto a echarle una mano porque, como siempre dice "La primera es gratis."

La historia está llena de acción, con un acercamiento fresco a un mito de sobra conocido y explotado como es el de los vampiros y unos personajes interesantes y complejos.

¿Qué no me gusta demasiado?

El maldito triángulo amoroso de marras. En serio, creo que hay una cláusula que los editores ponen a sus autores de fantasía juvenil: si no hay triángulo amoroso no se publica. Y, aunque Dru no marea demasiado a sus dos pretendientes y el triángulo es necesario para algunos acontecimientos de la trama, sigue siendo un poco cansino.

Además, el final algo abierto me ha dejado descolocada. Por una parte me gusta que los autores no aten demasiado las tramas, esto me huele a secuela y no me gusta. Pero no es un problema realmente: las cosas importantes se resuelven y solo es que me esperaba un final un poco más feliz y convencional.

Recomendación:

Saga que ya está terminada (lo cual es una ventaja hoy en día, que parece que nos pasamos la vida esperando la publicación de tal o cual secuela), interesante, fresca, de rápida lectura y con buenos personajes.


En segundo lugar, quiero hablaros de Los vampiros de Morganville, una saga de Rachel Caine que va ya por su recién publicada undécima entrega, Last Breath.

Enlace

BIENVENIDO A MORGANVILLE. NUNCA QUERRÁS IRTE.

Así que, eres nuevo en Morganville. ¡Bienvenido, nuevo residente! Solo hay unas pocas reglas importantes que debes conocer para sentirte cómodo en nuestro tranquilo pueblito.

- Obedece los límites de velocidad.
- No tires papeles.
- Hagas lo que hagas, no enfades a los vampiros.


Sí, hemos dicho vampiros. Supéralo.


Como recién llegado humano, necesitarás buscarte un Protector vampiro - alguien que quiera firmar un contrato para mantener a ti y a los tuyos a salvo (sobre todo, de otros vampiros). A cambio, pagarás impuestos... como en cualquier otro lugar. Por supuesto, en la mayoría de sitios esos impuestos no los recaudan con aguja.
Oh, y si decides no buscarte un Protector, puedes... pero mejor que aprendas a correr deprisa, evitar las sombras y hacer amigos que puedan ayudarte. Intenta contactar con los residentes de la Mansión Glass - Michael, Eve, Shane y Claire. Saben cuidarse, incluso si siempre acaban metidos en problemas.

Bienvenido a Morganville. Nunca querrás irte.
E, incluso si quieres... bueno, no puedes.


Lo sentimos.




El primer libro, Glass House, nos presenta a nuestra protagonista. Claire Danvers es una niña prodigio de 16 años que ha empezado en la universidad de Morganville, la Texas Prairie University y no lo está pasando demasiado bien. Acosada y maltratada por las chicas malas del campus, Claire debe buscar alojamiento en el pueblo... si quiere seguir con vida. Así es como llega a la Mansión Glass, habitada por Michael, Shane y Eve, después de escuchar el siguiente mensaje:

"Hola, aquí la Mansión Glass. Si buscas a Michael, duerme de día. Si buscas a Shane, buena suerte porque nunca sabemos dónde demonios anda" - se escucha risa de, al menos, dos personas - "y si buscas a Eve, probablemente puedas llamarla al móvil o verla en la cafetería. Pero, eh, deja un mensaje. Y, si quieres preguntar por la habitación en alquiler, pásate. Es en el 716 de la calle Lot." Una voz totalmente diferente, femenina y llena de risitas como burbujas en un refresco, dijo. "Sí, tan solo busca la mansión." Y una tercera voz, masculina de nuevo. "Lo Que El Viento Se Llevó mezclado con Los Munsters." Más risas y un pitido.



Y allí se entera del secreto que esconde Morganville, los vampiros, y se ve metida en más líos de los que son normales, incluso para el tétrico pueblito.


En España, la editorial Versátil ha publicado las primeras cuatro entregas de las once existentes, con unas portadas mucho más bonitas que las originales.



¿Qué me gusta de Los Vampiros de Morganville?

Su primera baza son sus personajes, que aparecen como estereotipos pero van mucho más allá: la genio de Claire, pequeña e indefensa; la gótica Eve, alegre y energética; el músico Michael, responsable y sensible pero con un secreto y el chico malo Shane, vago y camorrista.

Su amistad nace en el primer libro y se desarrolla a lo largo de la saga, realista y genial, uno de sus principales aciertos. Los secundarios también son interesantes y cuidados, sobre todo mi favorito: Myrnin no sale hasta el tercer libro pero merece la pena la espera - un científico loco (literalmente) y peligroso que sería capaz de matarte sin darle importancia, siempre con sus zapatillas de conejitos vampíricos.

Las tramas comienzan simples, supervivencia básica, pero se van enmarañando según nuestros protagonistas se van metiendo en la política de Morganville. Los malos de un principio puede que no sean tan malos y los chicos deben de ajustar sus prioridades y forjar alianzas impensables en los primeros tomos de la saga. Caine te introduce en su mundo, expone sus reglas y te sumerge en la mitología de forma magistral, transportándote al árido y peligrosísimo Morganville.

¿Quejas?

Sorprendentemente, ninguna. Esta saga me enganchó y no me ha soltado todavía, llevándome a conseguir los libros segun salen y mantenerme al día con las andanzas de los habitantes de la Mansión Glass.

Si hay algo que podría mejorar es la progresión del arco argumental de Bishop. Dividido en varios libros, me parece que está alargado en exceso y que podría haberse limitado a uno o dos tomos. Pero solo ver a Myrnin demostrar que no está tan loco como se piensa y ver a Claire cumplir 17 años en la peor de las circunstancias merece la pena.

Recomendación:
Para todo aquel adicto a los vampiros, a las heroínas inteligentes cuya fuerza se encuentra en su personalidad, a la amistad por encima del romance (aunque también hay romances y más bonitos por ser realistas y tiernos), a los vampiros que no son buenos y perfectos, a los vampiros que no son monstruos horribles sin facetas. En definitiva, a las historias interesantes, divertidas y emocionantes.

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